Hasta luego o tal vez hasta siempre.

Los acontecimientos de los últimos días me han llevado a tomar una decisión, no sé si acierto o no, no se si es lo mejor o no, lo que sí se es que por ahora es lo que necesito. Dejo indefinidamente el Partido Popular y todo lo que esté relacionado con la política. Incluido este blog. 

No he sabido controlar los tiempos, ni mis impulsos, ni mi ilusión, y tal vez porque no decirlo, mi ambición, mis ganas de crecer, mis ganas de recompensa. Y si reconozco mis errores también creo que debo de decir que evidentemente no todo ha sido mi culpa, si no me han sabido valorar, o no me han dejado demostrar lo que puedo aportar o muchos se han puesto una venda en los ojos ante las evidencias no es mi culpa ni soy responsable de estas personas. Y mucho menos de sus juegos. 

No quiero lanzar reproches ni quiero generar malestar; mis intenciones han sido claras desde el minuto 0 y todos los miembros de la ejecutiva son conocedores de mis intenciones, mis ilusiones y de mis pensamientos. 

Desde aquí quiero agradecer muy especialmente a dos personas del equipo de gobierno, su apoyo incondicional hacia mi, porque han creído en mi y posiblemente con esta decisión les defraude, no me lo tengáis en cuenta. También a todos mis amigos y amigas que han estado ahí hasta altas horas de la madrugada, decenas de minutos al teléfono o conmigo en la cama en mis horas más bajas. Gracias. También los mensajes y las llamadas de personas que aprecio mucho y que tienen un gran corazón, y que espero que sigan jugando, y jueguen un papel muy importante en el futuro. 

No sé si esto será un hasta luego o un hasta siempre, lo único que sé es que las cientos de horas que he estado con vosotros, las miles de conversaciones que hemos compartido y las tres victorias electorales que hemos cosechado con el trabajo de todos durante los últimos seis meses jamás las voy a olvidar.

Gracias. 

Vicente.