En las últimas semanas hemos ido conociendo los ajustes que está
realizando el gobierno de Mariano Rajoy, los gobiernos autonómicos y por qué
no, los Ayuntamientos. Los ajustes están girando entorno a tres pilares: subida
de impuestos, recortes en el gasto público y bajada de salarios a los empleados
públicos. ¿Pero este es el camino? ¿Estas son las soluciones para la crisis?
¿Hay alternativas?
Yo me considero una persona liberal en lo económico, es decir
cuanto menos intervención del Estado en la economía mejor. Ahora bien con
matices. Menor intervención del Estado en materia fiscal y en trabas
administrativas, pero el hay algo básico, Estado debe de velar por el cumplimiento de las leyes
y por la no evasión fiscal de las empresas y de los ciudadanos. Por tanto para
mí las subidas fiscales del IRPF o el IBI me parecen verdaderas aberraciones.
Y me parecen aberraciones por varios motivos. El primero es que
con estas subidas se pretende tapar los errores de los gestores con el dinero
de TODOS, segunda porque restan poder adquisitivo a los ciudadanos y por tanto
estos son más pobres y estos consumen menos. Y si se consume menos, las
empresas producen menos y al producir menos reducen plantilla o
directamente cierran, y como todos sabemos y por desgracia no se soluciona, aumenta el paro.
Además la subida de impuestos habría que utilizarla como último
recurso, después de haber recortado en todo aquello que no sirve para nada o
que no es estrictamente necesario. Por eso habría que recortar en embajadas
autonómicas, en coches oficiales, en asesores, en cooperación para el
desarrollo, disminuir la aportación a los grandes eventos, protocolo y comunicación…
Además de recortes de sentido común en sanidad, educación, farmacia o asuntos
sociales. Como medidas de ahorro y control de material, medicamentos justos y
genéricos, copago en farmacia y asistencia sanitaria, establecimiento de
niveles de renta para la gratuidad o no de servicios públicos…
Y si una vez hecho los recortes y reformas justas y necesarias
sigue haciendo falta más dinero para mantener lo esencial y básico, entonces sí habría que subir impuestos y recortar salarios a los funcionarios.
Prueba de lo que estoy diciendo son los recortes en el gasto público que
se están haciendo por ejemplo en Yátova. La cabalgata de reyes ha costado un
500% menos que en el año 2010 y entorno a un 40% menos que en el año 2011, reutilizando materiales y con la colaboración de
todo el que ha querido colaborar se ha podido hacer. Y el ahorro no es que vaya
a resolver los problemas de Yátova pero por lo menos se adapta a las
circunstancias y es un reflejo de lo que se está haciendo, reducir a la mínima
expreexpresión el gasto superfluo y adaptando las cuentas públicas y la mentalidad de la sociedad hacia una nueva realidad, basada en la austeridad y el rigor en el gasto.
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